Relevancia: Internacional
Clasificación: Natural
El archipiélago de Cíes está formado por la isla Norte o de Monteagudo, la isla del medio o del Faro y la isla Sur o de San Martiño. Una de las características del archipiélago de Cíes es que su cara oeste está formada por acantilados debido en parte a que es la cara que da a mar abierto y recibe los golpes de oleaje y la entrada del viento. Las zonas del archipiélago desde donde mejor se contemplan los acantilados son desde el Faro de Cíes o desde la isla Sur o de San Martiño.
En las zonas de acantilados debido al choque de las olas los pocos suelos existentes en esa zona poseen una elevada salinidad. Además, en estas zonas el viento sopla con mucha fuerza por lo que resulta muy difícil el crecimiento de las especies vegetales y las especies vegetales que crecen allí adoptan una forma almohadillada. Los excrementos de las aves que anidan en los acantilados influyen notablemente en el crecimiento de las plantas en estas zonas ya que enriquecen el suelo con sustancias fertilizantes.
En las zonas más bajas y próximas al mar en los acantilados se encuentra el perejil de mar (Crithmum maritimum). En zonas más altas se encuentran la armería (Armeria pubigera), collejas de mar (Silene uniflora) y dáctilos marinos (Dactylis glomerata). En la parte superior del acantilado se encuentra la zona de matorral costero, menos influenciada por las salpicaduras marinas y en ella se encuentra sobre todo una subespecie de tojo endémica galaico-portuguesa (Ulex europaeus subsp. Latebracteatus).
Los acantilados son una de las características principales del archipiélago de Cíes. La cara oeste del archipiélago está formada por acantilados donde se encuentra asentada pocas especies vegetales que tienen su crecimiento limitado debido al fuerte viento y el fuerte oleaje que soportan. En los acantilados además de especies vegetales también se pueden observar diferentes especies de aves que eligen los acantilados como lugares para establecer sus nidos.
Dada la importancia que tienen las aves en el archipiélago fue declarado zona ZEPA (Zona Especial Protección de Aves) por parte del Estado Español y de la comunidad europea. El archipiélago también es un lugar que eligen para hibernar o descansar aves durante sus viajes migratorios.
Algunas de las especies de aves que crían en las islas Cíes son la gaviota patiamarilla (Larus cachinnans) y el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), estas dos especies son las más numerosas en las islas. La gaviota oscura (Larus fuscus) y los paiños (Hydrobates pelagicos) también crían allí y además ambas especies son poco numerosas en la Península Ibérica. Otras especies de aves de mayor tamaño como el alcatraz (Morus bassanus), azor (Accipiter gentilis), colimbo ártico (Gavia arctica) y el halcón peregrino (Falco peregrinus) también se pueden ver en las islas en determinadas épocas del año. La pardela pichoneta (Puffinus puffinus), gaviota reidora (Larus radibundus) y el arao común (Uria aalge) son otras de las especies que también se pueden ver.
El archipiélago de las Islas Cíes cuenta con unas vistas espectaculares al Océano Atlántico. Fue declarado Parque Natural en el año 1980 y Parque Nacional en el 2002 junto a las islas Ons, Sálvora y Cortegada. En la Ruta del Faro do Peito, en la isla de Monte Agudo, hay un precioso mirador hacia la Costa da Vela, Cabo Home, Isla de Ons, O Morrazo, O Salnés, Barbanza y Galiñeiro.
Las Islas Cíes, en la provincia de Pontevedra, cuentan con nueve playas de fina arena blanca y aguas cristalinas. De forma triangular, la Isla de San Martiño es una de las más anchas de las Cíes. Actualmente, podemos observar restos de nuestra historia gallega como el eremitorio de San Martiño o las piezas del Muíño do Limpiño y alcanzar el punto más alto de la isla Sur, el monte Pereira.
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Puerto / Fondeo / PlayaPantalán de pasaje Isla Monteagudo (Islas Cíes)
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