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Relevancia: sin ámbito

Castelo da Lúa

Clasificación: sin clasificación

Descripción

Descripción General

El Castelo da Lúa está ubicado en el lugar de Pazo, en el transcurso del paseo marítimo que enlaza el casco urbano de Rianxo con la playa de la Torre en la parroquia rianxeira de Taragoña.

La Ensenada de Rianxo se forma por la desembocadura del Río Grande, Beluso y Té. Este último desemboca en la playa de la Torre.

Actualmente, el castillo se compone por restos arqueológicos de una fortaleza medieval que se pueden recorrer realizando un paseo por el paseo marítimo que discurre a su lado.

El castillo fue construido en el siglo XIII, pasando más tarde a formar parte del patrimonio de la Orden del Temple y, después, a la archidiócesis compostelana. Fue derruido por los irmandiños sobre 1465 y reedificado nuevamente por Sueiro Gomes de Soutomaior.

El gobernador real Fernando de Acuña ordenó su demolición en 1480. Desde entonces y hasta 1532, las ruinas del castillo fueron empleadas como cárcel. Hasta ese año, su jurisdicción pasa a ser del arzobispo Alonso II de Fonseca, nuevo señor de la zona. Quedando la fortaleza prácticamente destruida en 1600, las ruinas fueron utilizadas para realizar en 1740 el campanario de la Igrexa de Santa Comba de Rianxo, así como diferentes construcciones en la comarca y alrededores.
Existe una leyenda en torno al castillo que fue transmitida de boca en boca por los habitantes de Rianxo y la historia también fue narrada por los juglares en la Edad Media. Según esta leyenda, los dueños del castillo eran los caballeros de la Orden del Temple, quienes lo habían construido. En una de sus muchas batallas con sus vecinos de feudo, fue secuestrada una joven, “cuyos gritos se escuchan como murmullos en la playa”. La mujer era hija de un señor feudal derrotado. En la misma zona del castillo, estaba ingresado de gravedad un caballero que había defendido el honor de su señor vencido y la muchacha, de la que estaba enamorado. La resistencia y fortaleza del caballero, junto con los cuidados de la doncella, le devolvieron la esperanza.

La condición de los prisioneros había conquistado la voluntad de uno de los templarios. En un anochecer nublado, guiados por el cómplice templario, salieron por uno de los pasadizos a la playa y huyeron en un bote. Pero fueron avistados y alertados los defensores del castillo. Al momento, un grupo arqueros intentaron matar a los fugitivos. El cuerpo del caballero recibió tres flechas mientras tapaba al de la dama. Una ola volcó la embarcación y la mujer se lanzó al agua desesperada.
Al día siguiente, las olas trajeron a la orilla los cuerpos de los enamorados, abrazados. Fueron sepultados al pie de una de las torres interiores del castillo. La leyenda dice que, desde entonces, todas las noches de luna, “un haz de sus rayos se posaba y velaba con su luz la sepultura de los enamorados” y que, al anochecer, el sol rojo iluminaba los blasones del castillo.

Las ruinas de este antiguo castillo, todavía hoy, conservan la magia de una historia de amor truncada por los caballeros templarios.

Descripción Especializada

El Castelo da Lúa, el Castillo de la Luna en castellano, se sitúa en una pequeña península junto a la desembocadura del río Té, debajo de un puente peatonal que conduce a la Playa de la Torre. Actualmente, quedan pocos restos arqueológicos de lo que fue el castillo en su época de esplendor, pero se puede observar su estructura básica: la forma casi rectangular del edificio con una muralla exterior que rodeaba el conjunto, un foso en su lado sur excavado en roca, y otra muralla interior que formaba el patio de armas. En su interior existía una torre de homenaje central flanqueada con dos baluartes y los restos de otras dependencias.

Fue levantado en el siglo XIII por Paio Gómez Chariño, primer señor de Rianxo, noble y poeta gallego, en compensación por su labor en la conquista de Sevilla. La fase álgida del castillo está relacionada con las disputas entre la familia Soutomaior, como señores del castillo y el poder arzobispal de Compostela. En 1426, el rey exige a Paio Gómez de Soutomaior el derribo de la fortaleza por haberla edificado sin el permiso del arzobispo de Santiago, orden que no llevó a cabo.

La construcción tenía una planta trapezoidal y una muralla exterior, reforzada por el lado sur con un foso y una segunda muralla interna. En su interior, se situaba la torre del homenaje con dos baluartes laterales. Como en otros lugares defensivos costeros, resulta lógico que su construcción fuera realizada sobre una más antigua de carácter defensivo. La fortaleza estaba destinada a proteger la costa de los continuos ataques de piratas y saqueadores que asolaban nuestras costas ya desde el siglo VII.

En el siglo XVIII, entre las ruinas, se creó un taller de cerámica popular. Con la fortaleza en ruinas, se construyó un alfar de cerámica popular que funcionaría hasta la segunda mitad del siglo XVIII. El descubrimiento de este taller cerámico supuso una gran novedad desde el punto de vista arqueológico.

El castillo de A Lúa aparece recogido por primera vez en un artículo de J.R. Figueiroa en 1850. En dicho artículo, existe un grabado de las ruinas del castillo. En este grabado se aprecia la Torre del Homenaje, las murallas y la entrada, ya en ruinas.

Su nombre (Castillo de la Luna) no fue el original, sino que se empieza a nombrar así a mediados del siglo XIX en el citado artículo de J.R. Figueroa. Posiblemente, por la vinculación con el apellido Luna de una señora del castillo -Xoana de Luna, esposa del mariscal Don Sueiro- o por su representación en uno de los blasones de la familia.

Hasta la segunda mitad del siglo XIX aún era posible observar gran parte del castillo, como sus arcos de entrada, sus murallas y sus fosos. En el siglo XX el castillo sirve de cantera para diversas construcciones de la zona. En el siglo XXI entre 2001-2010, se realizan las intervenciones arqueológicas de consolidación y limpieza que ponen al descubierto los restos del castillo. En el año 2007 durante estos trabajos se halló abundante material cerámico (siglos XI a XIII), como ollas, cuencos, vasos, jarras, botellas, potes o tiestos, además de un total de ocho monedas.

En la actualidad, se pueden ver los cimientos de la localización original. Estos se pueden visitar gratuitamente y conocer los restos de una de las fortalezas militares más grandes de Galicia.
Existe una leyenda romántica sobre el castillo, en la que se narra que una pareja de enamorados que huía en barca del castillo fue descubierta por los brillos de la luna nocturna, con el trágico desenlace que obtuvo.

Descripción Educativa

Rianxo es un municipio costero situado en la comarca de Barbanza, en la provincia de A Coruña. Esta localidad marinera limita con la desembocadura del río Ulla y forma la división provincial entre A Coruña y Pontevedra. Su nombre siempre estará asociado a la Virgen de Guadalupe y a su famosa canción “La Rianxeira”. Se divide en seis parroquias: O Araño, Asados, Isorna, Leiro, Rianxo y Taragoña.

Cerca de la playa de la Torre, se encuentran los restos del Castelo da Lúa. Se trata de un castillo medieval situado en la desembocadura del río Té. Datado del siglo XIII, esta fortificación fue derruido por los irmandiños sobre el año 1465. Posteriormente, fue restaurado y en 1480, demolido otra vez. Con el castillo en ruinas, se construyó un alfar de cerámica popular; es decir, un taller donde se hacían piezas de cerámica. Gracias a él, la cerámica se fijó como base de la artesanía en Galicia durante los siglos XVI-XVIII.

A día de hoy, desde punta de A Torre, podemos apreciar los antiguos restos del castillo pues los investigadores e investigadoras, comenzaron los trabajos arqueológicos en la zona durante la primera década del siglo XXI. A partir de los vestigios encontrados se ha definido que la planta del castillo era casi rectangular y que estaba rodeado por acantilados.

El nombre Castelo da Lúa no es el original, pero se conoce por ese nombre según un artículo de J.R. Figueroa del año 1850. Además, también existe una leyenda romántica que relaciona el nombre de este castillo con una historia que narra la huida en una barca de una pareja que es descubierta por la luz de la luna.